Cuando el arte es diferente

El pasado 9 de enero, los alumnos de Ciclo Superior de Gestión Comercial y Marketing del instituto Miguel Romero Esteo, asistieron al Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC Málaga) con motivo de recoger ideas y experiencias de creatividad.


La exposición se dividió en dos, una permanente y otra temporal. La exposición permanente, que fue la primera en mostrarse, estaba compuesta por obras de Andy Warhol, con su arte POP, destacando Pasión, una obra hecha con polvo de diamantes y sus otras tres obras representando a James Din, al Volkswagen Escarabajo y Blackglama. Justo en la misma sala, la obra de cera de Bill Clinton hecho por Jose María Cano, y haciendo una crítica de lo cerrada que se esta haciendo la sociedad, Juan Muñoz con sus sietes personas en el balcón.

La artista francesa Louis Bourgeois, quiso representar el embarazo desde el punto de vista femenino, simbolizando a sus cuatro hijos con cuatro puntos, y Cristina Iglesias nos quiso sacar del museo a un bosque con su obra Esquina Vegetal. El ingeniero indio, Anish Kapoor, con su instalación en forma de tubo nos hizo sentir una rara sensación dentro del él, y por ultimo, el artista danés, Olafur Eliasson, con su instalación, Colour Square Sphere, utilizando las matemáticas y la geometría  nos quiso adentrar en su obra y que formáramos parte de ella jugando con las sombras.

La exposición temporal empezó con el artista Richard Deacon y su obra Congregación, en ella se se expone una escultura de acero en forma de rompecabezas e infinita, que se puede ver desde fuera y desde dentro, en el espacio que esta crea, con su segunda obra Remember, de madera quiso representar el movimiento de las olas, la siguiente fue, Fuera de lugar, que es una combinación de madera con metal con forma de montaña rusa, justo al lado, un conjunto de esculturas hechas de cerámica, son unas obras autónomas pero que si se uniesen representaría una cordillera, todas las esculturas miden los mismo, pero sus formas son diferentes. Por último Muntean y Rosenblum, con su instalación  La gestión de la insignificancia, compuesta por 15 obras y una gran cinta de correr y bancos de gimnasio de la serie de videojuegos, Los Sims, en el que el dúo busco la reflexión sobre la obsesión de la sociedad contemporánea por mantenerse siempre joven.